Automoción - 2018-12-07
Varios fabricantes europeos están lanzando SUV eléctricos de hasta 300 kW de potencia y autonomías que alcanzan los 400 km. Para obtener la combinación requerida de potencia y dimensiones compactas, se emplean soluciones de diseño especiales, como motores eléctricos con el eje de transmisión que discurre por su interior. Este concepto puede reducir el tamaño total de la unidad motriz, pero requiere unos rodamientos del eje del rotor relativamente grandes, que, por este diseño deben operar a unas elevadas velocidades periféricas de hasta 13.000 rpm. La reducción de velocidad se realiza por medio de sistemas compactos de engranajes planetarios.
Esta exigente aplicación utiliza rodamientos de bolas de una hilera de ranura profunda, un diseño de rodamiento relativamente simple, y por motivos fundados. A diferencia de los rodamientos de bolas de contacto angular, este tipo de rodamientos no necesitan de una precarga específica. El diseño de la jaula de los rodamientos para el SUV eléctrico europeo también se ha adaptado a las condiciones específicas de esta aplicación, mientras que los sellados sin contacto pero extremadamente eficientes ayudan a reducir la fricción y, por lo tanto, contribuyen a que el vehículo pueda disfrutar de una mayor autonomía.
El éxito en el proyecto europeo del SUV eléctrico tuvo como base la experiencia previa de NSK en Japón. Ya en 2005, la compañía comenzó la producción en masa de rodamientos de alta velocidad para la versión híbrida del Toyota Harrier/Lexus RX.
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